Maison de Balzac
Honoré de Balzac (1799-1850) es uno de los grandes autores de la Literatura universal, y conoció en vida un éxito abrumador, no solo en Francia sino en toda Europa. Pero a su talento descomunal unía Balzac una personalidad fuera de madre, que le llevó a emprender uno tras otro varios negocios descabellados que le dejaron en la ruina. Sus acreedores le perseguían por todas partes, y se veía obligado a recurrir a su proverbial capacidad de trabajo (asombro de sus contemporáneos), escribiendo sin parar durante horas y horas, para ir saldando sus deudas.
De 1840 a 1847, alquiló con nombre falso esta agradable casita con jardín (ubicada hoy a 10 minutos de la Torre Eiffel), que estaba pensada expresamente para poder huir de sus acreedores. Situada en una abrupta pendiente, cuando alguien le buscaba llamando a la puerta superior, él escapaba por la puerta inferior, situada varias calles más abajo.
En esta casa Balzac escribió muchas de sus obras, y corrigió la descomunal obra de La Comedia humana, uno de los proyectos literarios más ambiciosos de toda la historia de la literatura.
La Comedia humana
El éxito llegó a Balzac en 1831, cuando contaba poco más de 30 años. En los casi 20 años que le quedaban de vida dedicó todos sus esfuerzos a un proyecto titánico, que él denominó "La comedia humana" (en contraposición a la Divina comedia de Dante). En ella, Balzac se propuso retratar a toda la sociedad de su tiempo en una serie de más de 100 novelas. Según la metáfora empleada por él mismo, se proponía analizar y clasificar los "tipos sociales" con la misma minuciosidad con que un naturalista clasifica sus plantas en un herbario.
Dividió sus novelas en series, que debían ilustrar todos los rincones de la sociedad de su tiempo, segmentados por clases sociales, por edades y profesiones. La novelas que estudiaban las costumbres se repartían en 6 series:
- Escenas de la vida privada
- Escenas de la vida de provincia
- Escenas de la vida parisina
- Escenas de la vida política
- Escenas de la vida militar
- Escenas de la vida en el campo
Su propósito era, según decía, "hacerle la competencia al registro civil". Nada debía escapar a su afán taxonomista. Su "herbario" particular debía contener ejemplares de todos los tipos sociales existentes en la sociedad de su tiempo.
Pero su propósito llegaba aún más lejos. No sólo debía recoger, clasificar y describir cada especie, sino analizarla en sus causas y en sus principios. Para ello, además de las novelas que estudiaban las costumbres, había otras dos series compuestas por relatos y ensayos: Estudios filosóficos (que analizaban las causas) y Estudios analíticos (que analizaban los principios).
Creó así un mundo paralelo, compuesto de personajes que aparecían una y otra vez en sus novelas, como si toda ella formara una única obra de carácter magmático. Una sala del museo expone las planchas tipográficas y algunas estatuillas con los retratos de cientos de estos personajes, junto con unos cuadros sinópticos donde se despliega toda la genealogía de la obra.
El museo exhibe también varias páginas de imprenta de La Comedia humana, con las numerosas correcciones y añadidos de Balzac, que traían de cabeza a los impresores.
Trabajo sobrehumano
La capacidad de trabajo de Balzac causaba la admiración de sus contemporáneos. Era capaz de completar jornadas de trabajo de 18 horas, que no interrumpía siquiera mientras comía, escribiendo sin parar.
Aprovechaba las horas de la noche (más tranquilas y productivas), para escribir sin descanso, con ayuda de su célebre cafetera, que se exhibe en el museo, adornada con sus iniciales. Este utensilio era para él una herramienta tan indispensable como la pluma y el papel. Llegaba a tomar hasta 50 tazas diarias para mantener sus facultades mentales en permanente tensión.
Así resumía en una carta sus jornadas de trabajo en 1845: "Trabajar, es levantarme todos los días a medianoche, desayunar en un cuarto de hora, trabajar hasta las 5 de la tarde, cenar, acostarme, y recomenzar al día siguiente".
Este esfuerzo titánico y prolongado le pasó factura, abocándolo a una muerte prematura. Según el doctor Nacquart, que lo atendía desde joven, “una antigua afección cardíaca, agravada por trabajar durante toda la noche y por el abuso de café, al que recurría para contrarrestar la propensión natural del hombre a dormir, había empeorado ahora fatalmente”.
Visita a la casa-museo
Sólo el despacho utilizado por Balzac para trabajar se conserva tal y como estaba en vida del escritor. Es el verdadero santuario del museo. Incluso la mesa es la original utilizada por Balzac, con las manchas de tinta dejadas al escribir. Esta habitación ya era visitada por los curiosos tras la muerte de Balzac, mucho antes de que la casa se convirtiera en museo.
El resto de la casa ha sufrido bastantes modificaciones. Además, el museo es hoy más extenso que el apartamento ocupado por Balzac. Ocupa tres plantas. Balzac vivió sólo en la planta que da al jardín, que tenía 5 estancias; las otras dos plantas estaban ocupadas originalmente por otros inquilinos.
En el museo se pueden ver:
- Recuerdos personales del escritor: su cafetera, su mesa de trabajo, su mueble biblioteca, su célebre bastón (famoso en todo París), relojes y otros utensilios suyos...
- Muy interesante es la sala que expone páginas impresas de La Comedia humana con las correcciones y los añadidos de puño y letra de Balzac, que permite palpar el trabajo del escritor.
- Numerosos retratos de Balzac: grabados, dibujos, bustos...
- Retratos de los personajes de su entorno íntimo: sus padres (cuyo desafecto marcó su infancia, su vida posterior y su obra literaria), de su hemana, de sus amantes y amigas, la más importante de todas la aristócrata polaca Eveline Hańska, admiradora de sus obras, con la que comenzó carteándose y acabó casándose 5 meses antes de su muerte.
Interés de la visita
El museo está pensado para presentar la vida de Balzac y, muy especialmente, La Comedia humana, ese mundo paralelo creado por su portentosa imaginación... de modo que se suscite en el visitante el deseo de leer o releer sus obras.
La visita será decliciosa para quien conozca previamente a Balzac. La casita, con sus contraventanas verdes, y el jardín, desde el que se ve la cercana Torre Eiffel, tienen mucho encanto.
Para quien no conozca a Balzac o no sienta interés por su figura, el museo resultará poco atractivo, y sólo compensará visitarlo cuando sea gratuito.
NOTA IMPORTANTE: el museo sólo es gratuito cuando no hay ninguna exposición temporal en él. Antes de ir, es mejor consultar este dato en la web oficial: maisondebalzac.paris.fr
Información práctica
Horario de apertura
- Martes a domingos: 10-18 h
- Cierra: LUNES
Tarifas
- Museo municipal gratuito (salvo que haya exposiciones temporales).
- Cuando hay en curso una exposición temporal, no es posible visitar sólo la colección permanente. Hay que pagar la entrada.
- Consulta siempre la página web antes de ir para confirmar este asunto: maisondebalzac.paris.fr
Cómo llegar
- Dirección: 47, rue Raynouard
- Metro: Passy (línea 6), o La Muette (línea 9)