Pasajes cubiertos
Los pasajes cubiertos fueron una invención parisina, una novedosa fórmula comercial surgida a raíz del enorme éxito del que gozó el Palais Royal en la época de la Revolución Francesa. Se trata de pasajes que discurren por el interior de un edificio, atravesándolo de parte a parte, con el techo acristalado, y llenos de tiendas, restaurantes, y establecimientos de todo tipo.
El primer pasaje cubierto abrió en el año 1799, y poco después el segundo. Pero su época dorada no llegaría hasta la Restauración, cuando todos los años abría alguno nuevo. En París llegó a haber 40 pasajes cubiertos, de los que hoy quedan poco más de una docena.
Auge y caída
Los pasajes cubiertos tuvieron su auge cuando las calles de París estaban en un estado lamentable, llenas de barro y excrementos de animales, sin luz ni pavimentación. Por contraste, pasear por estos pasajes con techo de cristal, a cubierto de la lluvia, con escaparates decorados primorosamente, y pronto iluminados a gas, era todo un lujo. Todo París se volcó en estos paraísos de comercio y esparcimiento, donde se podía pasar el día entero.
El declive de estos pasajes llegó de la mano de la gran reforma de París acometida por el barón Haussmann durante el Segundo Imperio, cuando las calles de París experimentaron una gran mejora. Se iluminaron, se construyeron alcantarillas y aceras, y pronto comenzaron a proliferar también en ellas las tiendas elegantes. Los pasajes cubiertos perdieron entonces gran parte de su atractivo y su razón de ser.
Pero por fortuna han sobrevivido muchos de ellos. Son una de las visitas más sorprendentes de París. No existe en toda la ciudad ningún otro lugar que evoque con tanta fuerza la atmósfera y el encanto del siglo XIX como estos pasajes. Incluso el aire decadente de alguno de ellos ayuda a sumergirse en un mundo diferente.
Un itinerario por los principales pasajes
Aquí te proponemos un itinerario delicioso, que permite enlazar uno tras otro alguno de los pasajes cubiertos más atractivos, siguiendo el mapa que tienes a continuación.
Concretamente, te recomendamos que empieces por el Pasaje Verdeau, al Norte, y que vayas andando hacia la zona del Palais Royal, al sur, siguiendo este itinerario. El número de asteriscos marca el atractivo que tiene cada pasaje para nosotros:
- Antes de entrar en el Pasaje Verdeau (**), no dejes de apreciar a la derecha una chocolatería que hace esquina: "La mare de familie", fundada en 1761, es la más antigua de París.
- En cuanto sales de Verdeau, cruzando la calle entras en el Pasaje Jouffroy (****), uno de los más atractivos. En su interior está, por ejemplo, el Museo de Cera.
- Al salir de él, cruza los Grandes Bulevares para entrar en uno de los primeros pasajes de París: el Pasaje de los Panoramas (***), con salida a varias calles.
- Aquí deberás salir a la calle y recorrer la calle Vivienne durante 5 minutos, hasta entrar en una de las galerías más elegantes, con suelos de mosaico: la Galería Vivienne (****), que desemboca ya junto al Palais Royal. Junto a ella está la Galería Colbert (**), elegante, no comercial y por tanto más tranquila, que también puedes visitar si tienes tiempo.
Otro pasaje de interés que puedes visitar en este paseo es la Galería Vero-Dodat, más corta que las demás y también muy elegante.
Fuera de este itinerario queda un pasaje cubierto de gran atractivo, por su gran elegancia, que es el Passage du Grand Cerf, ubicado en 145 Rue Saint-Denis.
Horarios de cierre
Ten en cuenta que los pasajes cubiertos tienen en cada acceso una verja metálica que se cierra por la noche, como se hacía también en el siglo XIX, cuando se construyeron.
De los reseñados en este itinerario, el único pasaje que cierra los domingos es la Galería Vero-Dodat.
La mayoría suele cerrar hacia las 8,30 o 9 de la noche.
LINKS ÚTILES
- Página web de los pasajes cubiertos de París: passagesetgaleries.fr
- Página de la Galería Vivienne www.galerie-vivienne.com.