Un poco de historia

El barrio del Marais comenzó a ponerse de moda a mediados del siglo XVI, cuando aparecieron los primeros palacetes construidos por las grandes familias. Pero no fue hasta la construcción de la Plaza de los Vosgos, a comienzos del XVII, cuando el barrio empezó a causar auténtico furor entre la aristocracia parisina. De repente, todo el mundo quería vivir en este barrio, junto a aquella elegante plaza, la primera de París.

Pero a finales de siglo, con la marcha de Luis XIV a Versalles, el barrio empezó a perder atractivo, y en unos años fue abandonado por la aristocracia. Su letargo duraría 3 siglos. No fue hasta el siglo XX, con el impulso de André Malraux como ministro de Cultura en los años 60, cuando comenzó su rehabilitación, y volvió a ponerse de moda. Hoy es considerado uno de los barrios más.

Afortunadamente, el Marais ha conservado la mayoría de las mansiones y palacetes construidos en su época de esplendor, y posee un riquísimo patrimonio arquitectónico. Muchos de estos palacetes albergan hoy museos e instituciones públicas y se pueden visitar su interior y sus jardines. En otros casos, hay que contentarse con asomarse a sus magníficos patios, y admirar sus fachadas.

Palacetes y museos

Muchos de los históricos palacetes del Marais, construidos en los siglos XVI y XVII, soy hoy la sede de instituciones públicas y, en muchos casos, de museos, razón por la cual el barrio está tan lleno de ellos.

Vamos a ver los principales, pero antes se impone realizar una precisión terminológica sobre el término "hôtel", que verás utilizado en muchas ocasiones, y que no debes confundir con un establecimiento turístico. En francés, "hôtel" significa "palacete". Se habla de "hôtel particulier" para referirse a una mansión señorial urbana, construida por un noble o un burgués acaudalado, con habitaciones para la familia y para la servidumbre.

Los principales palacetes del Marais son:

• 1. Hôtel de Sully (62 rue Saint-Antoine). Tiene entrada también desde la Plaza de los Vosgos. Magnífico palacete del siglo XVII, adquirido al final de su vida por el duque de Sully, principal ministro de Enrique IV. Hoy es la sede del Centro de Monumentos Nacionales. Se puede entrar libremente en sus jardines y en una interesante librería que alberga en su interior.
• 2. Hotel Carnavalet (23 rue de Sévigné). Es la sede del Museo de la Historia de París y merece, sin duda, una visita detenida.
• 3. Los palacios de Soubise y de Rohan, los más suntuosos del Marais, son la sede de los Archivos Nacionales, que cuentan con una parte dedicada a exposición: el Museo de los Archivos Nacionales. Se puede entrar gratuitamente en los espléndidos jardines. Para visitar el interior hay que pagar la entrada del museo, muy barata cuando no hay exposiciones temporales.
• 4. El Hôtel Salé, recientemente restaurado, es también imponente. Desde 1985 alberga el Museo Picasso, de visita obligada para los amantes del arte.
• 5. El Hôtel de Angulema Lamoignon es uno de los primeros del Marais. Comenzo a construirlo a finales del s. XVI Diana de Francia, duquesa de Angulema, una hija bastarda del rey Enrique II. Hoy alberga la Biblioteca Histórica de la Ciudad de París. Su característica más notoria para el viandante es la torrecilla en voladizo de una de sus esquinas.

• 6. Museo Cognacq-Jay (8 rue Elzévir, ver nº 1 del plano superior). Exhibe la colección de arte formada por Ernest Cognacq y su esposa Marie-Louise Jay, fundadores a finales del siglo XIX de los grandes almacenes Samaritaine, a partir de una modesta tienda. Entre 1900 y 1925 el matrimonio reunió una extraordinaria colección de muebles, objetos y obras de arte del siglo XVIII. Desde 1990 su colección se expone en el Hôtel Donon, un palacete del siglo XVI. El jardín de esta mansión es ahora independiente de ella, con entrada desde la otra calle.
• 7. Museo de Arte e Historia del Judaísmo, instalado en el Hôtel de Saint-Aignan (71, rue du Temple, ver nº 2 del plano superior), dedicado a la cultura judía en Europa y en el Magreb desde la Edad Media hasta la actualidad. El jardín del palacete está dedicado a la memoria de Ana Frank, y se accede a él desde la calle Beaubourg.

Otros museos importantes del Marais no se encuentran en un histórico "hôtel particulier", como por ejemplo:

• 8. Casa museo de Victor Hugo, ubicada en una esquina de la Plaza de los Vosgos (nº 3 del plano).
• 9. Memorial de la Shoah (17 rue Geoffroy-l'Asnier, nº 4 del plano). Centro de documentación y de memoria del holocausto judío en Francia. Inaugurado en 2005 en un edificio moderno. Impresiona la tumba al mártir judío desconocido, en la cripta en penumbra del complejo, y el muro con los nombres de 76.000 franceses deportados a los campos de exterminio. (Existe otro Memorial de los mártires de la Deportación, con forma de búnker, en la Isla de la Cité, en la punta de la isla, río arriba)
• Fuera propiamente de los límites del Marais, se encuentra el Centro Pompidou, el mayor museo de arte moderno y contemporáneo del mundo.

Por último, en el Marais se encuentra uno de los dos únicos palacetes góticos que quedan en París: el Hôtel de Sens, que puedes ver en la parte inferior del mapa. Merece la pena acercarse hasta allí para contemplar su vistosa fachada, con su torrecilla cilíndrica de tejado cónico. En su origen fue la residencia del obispo de Sens (la archidiócesis de la que dependió París durante siglos) y hoy es la sede de la biblioteca Forney, especializada en arte, moda, publicidad y diseño.

Casas de época

Además de estos palacetes, y otros más pequeños que verás al recorrer el barrio, el Marais cuenta con un riquísimo patrimonio de casas de los siglos XVI (las menos), y del XVII y XVIII (una gran cantidad). Para quien sabe distinguir los tipos de portales, las ventanas y la disposición de la fachada de cada uno de estos siglos, es un auténtico lujo pasear por estas calles.

También hemos señalado en el mapa, con un punto rojo, dos de los rarísimos ejemplos de casas medievales:

• La casa del célebre Nicolás Flamel, que pasa por ser el mayor alquimistas de la historia (51 rue de Montmorency). Construida en 1407, está considerada como la más antigua de París. Hoy es un restaurante. Mucha gente gente se acerca a fotografíar los relieves de su fachada.
• Casas medievales con entramado de madera (11-13 Rue François Miron), de los siglos XIV-XV, muy restauradas. Permiten imaginar cómo era el París medieval.

Otros atractivos del Marais

Además de su rico patrimonio arquitectónico y museístico, el Marais es también conocido por otros motivos.

Sus galerías de arte

Gracias al atractivo del barrio y a sus museos, un gran número de galerías de arte se han instalado en él. Hemos señalado algunas de ellas en este plano con puntos de color naranja. Como verás, se concentran en torno a la Plaza de los Vosgos, el Museo Picasso y el Centro Pompidou.

Indicamos también el nombre de algunas de las más importantes y conocidas.

El barrio judío

Huyendo de las persecuciones y pogroms que se organizaron en el imperio ruso a partir de 1881 (tras el asesinato del zar Alejandro II) comenzaron a afluir a París gran número de judíos askenazis (así se llaman los judíos centroeuropeos). En las tres décadas que van desde 1881 hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial (1914) unos 13.000 judíos askenazis se asentaron en la ciudad.

Se instalaron junto a sus correligionarios, en la misma zona del Marais que los judíos habían ocupado desde época medieval: en la Rue des Ecouffes, en Ferdinand Duval (llamada "calle de los judíos" hasta 1900, con el escándalo Dreyfus) y en la Rue des Rosiers.

Allí constituyeron, junto con los judíos antiguos, el barrio judío de París, conocido como Pletzl ("pequeña plaza" en yiddish, el idioma importado por los askenazis), ignorando que en unos años la mitad de ellos perecería en los campos de concentración nazis durante la II Guerra Mundial.

En diversos lugares se ven placas conmemorativas que recuerdan el enorme sufrimiento de la comunidad judía. Y dos grandes memoriales recuerdan hoy aquella tragedia:

• Uno en el propio barrio del Marais: el Memorial de la Shoah (17 rue Geoffroy-l'Asnier). Se trata de un centro de documentación y de memoria del holocausto judío en Francia. Fue inaugurado el año 2005 en un edificio moderno, con forma de búnker. El edificio incluye la tumba al mártir judío desconocido, preexistente en este lugar y ubicado ahora en la cripta, en un espacio impresionante, envuelto siempre en una solemne penumbra. También impresiona el muro con los nombres de 76.000 franceses deportados a los campos de exterminio.
• El otro gran monumento está situado en la punta de la Isla de la Cité, río arriba: el Memorial de los mártires de la Deportación, también con forma de búnker y ambiente solemne.

VISITAR HOY EL PLETZL

El barrio judío merece siempre una visita, por su ambiente singular y el tipismo de sus calles y comercios. Todavía se ven en él numerosas tiendas de comida kosher, librerías hebreas, sinagogas, tiendas con la estrella de David o el candelabro de siete brazos. Y se cruza uno con frecuencia con grupos de judíos, bien reconocibles por su atuendo y por su kipá.

Por desgracia, muchos comercios tradicionales están desapareciendo en los últimos años, debido a la presión inmobiliaria, sustituidos por elegantes tiendas impersonales y franquicias. Existe un movimiento vecinal que lucha contra esta marea, para intentar que este histórico barrio no pierda su memoria, y el ambiente judío que le ha caracterizado durante siglos.

En el siguiente mapa tienes señaladas las principales calles del barrio, con sus sinagogas y sus comercios de ambiente judío. Los más importantes (aquellos que merecen acercarse a verlos) los hemos señalado con puntos rojos. Entre ellos se encuentran:

• El célebre restaurante L'as du Fallafel, siempre lleno de gente en la calle, esperando para degustar los auténticos falafel (croqueta de garbanzos, típica de Oriente Medio).
• La panadería-bocatería Sacha Finkelsztajn, afincada aquí desde 1946, que ofrece todo tipo de panes y dulces de cocina yiddish (judía de Centroeuropa), así como comida para llevar.
• Algunas librerías de referencia sobre temas judíos.
• Algunas tiendas muy fotogénicas e icónicas del barrio.
• Panaderías con productos yiddish: strudels, bagels, pletzels...
• La sinagoga de la calle Pavée, construida por Hector Guimard (autor de las entradas de metro de París, de estilo modernista, a comienzos del siglo XX).

El Marais gay

Desde los años 80, el Marais alberga una importante comunidad homosexual. Los locales destinados al público gay (cafés, pubs, discotecas, tiendas de ropa y artículos diversos) se concentran en la zona del Bajo Marais, en torno a la Rue des Archives, Sainte Croix de la Bretonerie y Rue du Temple, como puedes ver en el mapa.

Algunos pasos de cebra de esa zona han sido adornados permanentemente con la bandera arcoiris de la comunidad LGTBi.

Algunos de los establecimientos más conocidos son el Open Café (en pleno corazón de esa zona, entre des Archives y Sainte Croix de la Bretonerie), el Cox, el Like (el primero en reivindicar su condición gay), El Hombre, el La Mine, etc.

Un barrio eminentemente comercial

Por último, tanto si vas de compras como si sólo quieres ver escaparates, el Marais es uno de los principales barrios comerciales de París. Tiene tiendas para todos los gustos y presupuestos. Muchas de ellas lucen esa estética tradicional, con cierre de madera pintado de vistosos colores, en armonía con las casas de época que llenan el barrio, y dan al Marais un aire de otra época, que constituye su principal encanto.

Existen infinidad de tiendas de moda, tanto de marcas importantes, algunas de ellas de lujo, como locales pequeños, personales y sencillos. También hay tiendas vintage, concept-stores, bazares, librerías, tiendas de regalos...

Entre todos los establecimientos comerciales, vamos a señalar tres muy especiales, que puedes ver señalados en este mapa:

• El Village-Saint-Pol: una simpática red de patios con encanto, conectados entre sí, donde se reúnen unas 80 tiendas: anticuarios, tiendas de muebles, diseño y decoración, de lámparas, galerías de arte, objetos para el hogar... Tiene numerosas entradas. Se accede por cualquiera de las 4 calles que delimitan el complejo.

  Tanto si vas con intención de comprar como si no, el Vaillage-Saint-Paul merece una visita por su curiosa disposición.

• El mercado cubierto de Enfants Rouges es el más antiguo de París, fundado en 1615. Su curioso nombre ("niños rojos") proviene de un antiguo hospicio, cuyos niños llevaban uniformes rojos, que daba nombre a toda esa zona.

  Puestos con productos frescos, flores y comidas del mundo entero, que se pueden saborear in situ. Suele estar muy animado. Tiene varios restaurantes, que atraen a la gente por el ambiente especial y la vibración de este lugar.

  Toda la rue de Bretagne, junto a este mercado, cuenta con tiendas de alimentación de calidad.

• El Bazar Hotel de Ville (BHV). Grandes almacenes frente al Hôtel de Ville, fundados a mediados del siglo XIX. Son reconocibles por su cúpula en la esquina, y ofrecen buenas vistas del Ayuntamiento y alrededores.

Los tienes señalados en el siguiente mapa, junto con algunas tiendas curiosas o de especial calidad, que te recomendamos:

• Bring France Home. Pequeña tienda de souvenirs y recuerdos hechos en Francia, no en China. Muy apreciada.
• Mariage Frères. Tienda emblemática del Marais, fundada en 1854. Ofrecen infinidad de tes, y pasteles para acompañarlos, en un ambiente tradicional muy elegante. 35 Rue du Bourg Tibourg
• Bisutería Bijoux Blues. Minúscula tienda junto a los pocos restos que quedan de la histórica iglesia de St-Paul. Collares, pendientes, anillos, broches, pulseras... diseños de gran sutileza e imaginación realizados por esta artesana joyera. Auténtico arte a precios asequibles.
• Méert es una de las pastelerías más antiguas de mundo, entre las que están todavía en funcionamiento. Fue fundada en 1761 en la ciudad de Lille, y solo en el año 2010 abrieron esta preciosa tienda en París, haciendo esquina (16 Rue Elzévir). Luego abrieron otra en el barrio de St.Germain-des-Prés (3 rue Jacques Callot). Su producto estrella, que le ha dado gran fama, son los gofres de vainilla. Pero encontrarás tantas cosas a la vista que no sabrás qué elegir.
• Edwart Chocolatier Marais. Lo que hace especial este lugar no es solo la calidad de los chocolates (elaborados con cacao de todo el mundo: Venezuela, República dominicana, Vietnam o Madagascar), y la increíble imaginación de las creaciones del maestro chocolatero Edwin Yansané, sino también la atención de sus dependientes. Auténtica pasión pos el chocolate. Todo cuidado hasta el mínimo detalle. 17 Rue Vieille du Temple. Tienen otra tienda en 244 Rue de Rivoli.