Saint Pierre de Montmartre
En contraste con la basílica del Sacré-Coeur, siempre rebosante de turistas, esta pequeña iglesia medieval suele ser un lugar tranquilo. Y sin embargo, es una de las iglesias más antiguas de París, y en nuestra opinión, la más evocadora de todas. Así que... ¡chsss! No lo difundas demasiado, para que siga siendo un remanso de paz.
Exterior del templo
La fría fachada neoclásica de Saint-Pierre (1775) no invita demasiado a entrar, y muchos no sospechan que tras esta fachada sin gracia se encuentra una auténtica joya.
Las tres puertas de acceso sí son dignas de prestar atención. Son de factura moderna, realizadas por el conocido escultor italiano Tomasso Gismondi en 1980.
En la puerta izquierda se narra la historia de San Denís, el primer obispo de París, martirizado en la colina de Montmartre hacia el año 250.
La puerta central es más fácil de ver, porque suele estar cerrada, y se dedica a la vida de San Pedro, titular de este templo. Estas son las 8 escenas que contiene:
- Vocación de Pedro
- El primado: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra..."
- Negación de Pedro: "antes de que el gallo cante..."
- El centurión Cornelio (He 10)
- Curación del paralítico (He 3)
- Llegada a Roma
- Quo vadis? Pedro huyendo de la persecución de Roma
- Su martirio
Las puertas de la derecha se dedican a la vida de la Virgen, cuyas escenas son fáciles de identificar.
La parte más bonita de la iglesia, por fuera, es el ábside, que se contempla bien desde el Sacré-Coeur. Está bastante restaurado, porque la iglesia se caía a pedazos cuando decidieron no destruirla.
Interior
El interior del templo impresiona nada más entrar. Sus paredes torcidas parecen a punto de ceder y derrumbarse, y enseguida se hace evidente que han visto pasar muchos siglos.
El ambiente recogido de esta iglesia permite evocar los muchos sucesos de los que ha sido testigo. Si conoces un poco su historia, todo te resultará más elocuente. Nuestra guía de París se detiene bastante en la historia de Montmartre y de su monasterio, la tumba de Saint Denis, el voto de Iñigo de Loyola y los otros 6 primeros jesuitas, que tuvo lugar no en esta iglesia, sino en una capilla situada cerca de la Plaza de las Abadesas, etc.
La parte más antigua del edificio es la cabecera, realizada en la primera mitad del siglo XII. Especialmente rústicas son las dos capillas de los extremos, que se cierran con ábsides elementales y bóvedas de horno.
En cambio, el ábside central, con sus tres ventanas ojivales y sus finos nervios, se rehizo a finales del siglo XII y es de gran elegancia.
Tumbas de reinas y abadesas
La iglesia perteneció a un monasterio de monjas fundado en el siglo XII por el rey de Francia Luis VI el Gordo, y su esposa Adelaida de Saboya.
Pero el templo también servía como parroquia para el pueblo de Montmartre. Su espacio estaba dividido en dos mitades. La parte delantera (la cabecera) la usaban las monjas, y el resto la parroquia.
En la cabecera, donde se enterraban las abadesas del monasterio, encontró también sepultura la reina fundadora, Adelaida. Hoy se ven algunas losas sepulcrales en varios lugares de la iglesia.
En la imagen, lápida de la reina fundadora, Adelaida, que terminó sus días en este monasterio y recibió sepultura en el templo.
La piedra se encuentra borrada con golpes de cincel en su mitad derecha.
Buscando los restos de la antigua Roma
Los romanos habían construido en Montmartre dos templos paganos: uno dedicado a Marte y otro a Mercurio.
Aquellos templos han desaparecido por completo, pero todavía se conservan 4 columnas suyas dentro de la iglesia, y te proponemos que intentes identificarlas. Se distinguen claramente del resto y se encuentran situadas: dos en la cabecera, y otras dos a los pies de la iglesia, junto a las puertas de entrada.
Si clicas en la foto de la cabecera, encima de este texto, podrás ver dos de ellas.